El Grupo Portland Valderrivas ha conseguido el reconocimiento a la implantación de su política medioambiental iniciada en sus fábricas de cemento, con la obtención de la Autorización Ambiental Integrada en la planta de Olazagutía. De este modo, el grupo cementero cumple de forma anticipada la Ley IPPC, ya que el plazo legal establecido concluye el 30 de octubre. La Ley IPPC agrupa en una sola todas las autorizaciones sectoriales de medio ambiente necesarias para una instalación industrial. El objetivo es proteger el medio ambiente a través de la aplicación de las mejores técnicas disponibles, para favorecer los principios básicos de prevención y control medioambiental de una forma integral.


El grupo cementero ha invertido más de 60 millones de euros en tres años en la mejora del comportamiento ambiental de sus instalaciones y así disponer de las garantías necesarias para cumplir con los valores límite en emisiones, vertidos, residuos y ruidos. Por otro lado, la inversión también se ha destinado a la implementación de controles de seguimiento.


De este modo, Portland Valderrivas cuenta con las mejores técnicas disponibles en sus fábricas de Alcalá de Guadaira, El Alto, Hontoria, Lemona, Mataporquera, Monjos, Olazagutía y Vallcarca. Entre las mejoras que se han realizado destaca la colocación de dos nuevos filtros de mangas en los hornos de fabricación de clínker de Olazagutía, con el fin de minimizar las emisiones de partículas y que ha supuesto una inversión de 8,5 millones de euros. Además, en la fábrica de El Alto se ha instalado un precalcinador y un enfriador de parrilla en la fabricación de cemento blanco, cuya inversión asciende a 17 millones de euros. Esta inversión favorece la reducción de los óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre y mejoran la eficiencia energética.