Con el fin de fomentar la prevención, reutilización, reciclado y otras formas de valorización de los residuos de construcción y demolición (RCDs), el pasado 14 de febrero entró en vigor el Real Decreto 105/2008, de 1 de febrero, por el cual se regula la producción y gestión de estos residuos. Además, esta normativa impone una serie de obligaciones para el productor y para el poseedor de RCDs.


Este Real Decreto, de carácter básico, tiene por objeto establecer el régimen jurídico de la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición, asegurando que los destinados a operaciones de eliminación reciban un tratamiento adecuado, contribuyendo a un desarrollo sostenible de la actividad de construcción.


También establece los criterios mínimos para distinguir cuándo la utilización de residuos inertes, en obras de restauración, acondicionamiento o relleno, puede considerarse una operación de valorización y no de eliminación en vertedero, lo que permitirá el uso de estos materiales, siempre que así lo estipule el Plan de Restauración aprobado. Así, este nuevo marco normativo podría suponer un incentivo para que los empresarios del sector comiencen a desarrollar esta área de negocio.