Entre las sesiones que tuvieron lugar dentro del XIII Congreso Internacional de la Química del Cemento (XIII ICCC) se desarrollaron los paneles de `Concrete singular constructions´, que contó con la participación de importantes arquitectos nacionales, y el de `Climate change Challenges´, en la que participaron relevantes expertos europeos en el marco de la reducción de emisiones de CO2 y Cambio Climático.

En el primero de los casos la mesa estuvo formada por los arquitectos Carlos Ferrater, Antonio Lamela y los ingenieros Jesús Mateos (FCC) y Agustín Laplaza (FYM). El primero en intervenir fue Ferrater, quien mostró a los espectadores de la sesión algunos de sus trabajos más recientes en los que ha empleado el hormigón blanco para lograr unas construcciones más sostenibles, son los casos del Paseo Marítimo de Benidorm y una colonia veraniega para escolares construida en Cataluña respetando el bosque donde se ubica. Por su parte Lamela realizó un recorrido visual y técnico por diferentes edificios diseñados por el mismo y que se asientan en Madrid y en los que el hormigón juega un papel estructural básico a la vez que ornamental.

A su exposición siguió la de Mateos, que resumió el proceso constructivo de la Torre Cajamadrid y del Museo de las Colecciones Reales, aún en ejecución por FCC, responsable de ambas construcciones, en las que se empleó hormigones y cementos proporcionados por su filial Cementos Portland Valderrivas. Finalmente Laplaza descubrió a los asistentes la bella factura de la iglesia de Riberas Loyola (San Sebastián) diseñada por Moneo y construida valiéndose de innovadores morteros autolimpiantes de la multinacional italiana.

En el segundo de los paneles, `Climate change Chellenges´, participaron Vicente Cortés (director de Ciuden), Jean-Marie Chandelle (director de Cembureau) y Philippe Fonta (director del programa Cement Sustainability Iitiative de la World Business Council for Sustainable Development, WBCSD). En cuanto a los contenidos de sus intervenciones en el primero de los casos Cortés subrayó la apuesta de las cementeras por el desarrollo e implantación de las técnicas captura y almacenamiento de CO2, punto que compartió con la ponencia de Chandelle que tuvo como eje los compromisos de la industria del cemento con la lucha contra el Cambio Climático. Para terminar Fonta hizo hincapié por su parte en el importante papel que juega la valorización de residuos en la industria cementera desde el punto de vista de la reducción de la dependencia de los combustibles no renovables como alternativa al depósito en vertederos.