De manera análoga a lo que sucede a escala europea, se espera que el conjunto de los mercados de la construcción en España se comporten por debajo de los ritmos de la economía y, por lo tanto, experimentarán un crecimiento negativo en 2008 (-5,9%) y en 2009 (-3,7%). No obstante, se confía que el cambio de signo pueda llegar, aunque tímidamente, en 2010 (1,4%). Estos son los datos que arroja el último informe del grupo de análisis independiente Euroconstruct.



A pesar de estas circunstancias, la ingeniería civil concentra las mayores expectativas de crecimiento dentro del sector. A diferencia de los últimos años en que este mercado venía experimentando sólidos crecimientos, basados en unos ritmos de licitación crecientes, esta tendencia se ha truncado, presumiblemente por causa de las elecciones del pasado marzo. Así, se ha optado por considerar que esta inflexión vaya a ser un episodio pasajero tras el cual se confía asistir en los próximos meses a una recuperación del crecimiento. Este impasse se va a notar en la producción de 2008, que se espera crezca un 3,5%.


De 2009 en adelante se apuesta por una aceleración progresiva (4% en 2009, 5% en 2010), basada en la existencia de numerosos planes de infraestructuras a largo plazo que hasta ahora se han ido cumpliendo, pero también teniendo en cuenta la previsible erosión de los recursos públicos disponibles para irlos ejecutando.


Por otro lado, la edificación de vivienda de nueva planta ha experimentado un descenso de las ventas de inmuebles que, en primera instancia, vino causado por el empeoramiento de la financiación, lo que está generando una bajada de precios que está disuadiendo aún más a los potenciales compradores. La producción de nueva vivienda, debida a la inercia causada por el gran aporte de nuevos proyectos de 2006 y el primer semestre de 2007, no ha podido reaccionar con suficiente celeridad y el mercado se ha saturado con un producto que la demanda no quiere o no puede absorber en las condiciones actuales.


Al stock de vivienda nueva, se está sumando otra fuente de sobresaturación: las viviendas que fueron compradas como inversión durante los años álgidos del ciclo pensando en su venta a medio plazo y que ahora salen a la venta para aliviar las cargas financieras sobre sus propietarios. Por todo ello, se prevé un severo reajuste del mercado residencial, con descensos de producción en la banda del 15% al 20% durante 2008 y 2009.


En el capítulo de la edificación no residencial, predominan los submercados en los que va a hacer mella la desaceleración económica: la construcción comercial se va a resentir del descenso del consumo y de la cancelación de numerosos proyectos urbanísticos y la construcción industrial va a entrar en una fase de estancamiento. El principal contrapunto positivo continúa siendo la construcción de oficinas, que a corto plazo parece conservar su buen comportamiento. En conjunto, los mercados no residenciales aspiran a mantener sus actuales niveles de producción, experimentando un virtual crecimiento cero a lo largo del período de previsión.



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