Cemex y SOS Aldeas Infantiles han inaugurado una nueva aldea infantil en Meulaboh (Indonesia), que proporcionará un nuevo hogar a 150 pequeños que perdieron a sus padres en el tsunami que devastó las costas del sudeste asiático en diciembre de 2004. Este desastre natural dejó huérfanos a más de 150.000 niños en la región.


El proyecto nació con el objetivo de devolver la esperanza a los más pequeños y ha sido posible gracias a la solidaridad de la compañía y de sus más de 67.000 de trabajadores de todo el mundo.
 
Para la inauguración se celebró un emotivo acto al que acudió el máximo responsable de Cemex en el sudeste asiático, Jaime Ruiz de Haro, quien destacó que “es un orgullo para nuestra empresa ver el sueño de tantos niños hecho realidad”. También asistieron los representantes de SOS Village en Indonesia y en la zona, así como autoridades de la región de Aceh, lugar en donde está ubicada la aldea.


Por su parte, el presidente de SOS Village, Helmut Kutin, afirmó que “en la primera fase de un desastre, proteger a los niños es la prioridad número uno. Sin embargo, la preocupación de SOS va dirigida hacia el cuidado a largo plazo”. “Confiamos en la generosidad de empresas como Cemex, que ha recordado mucho tiempo después de la catástrofe, a los niños que han quedado huérfanos cuando la esperanza para una nueva vida es lo que ellos necesitan y la aldea de Meulaboh es una expresión visible de este anhelo”, añadió.


Infraestructura


En el recinto de la aldea se han construido un total de 15 casas, en un terreno de 1,7 hectáreas en la región de Aceh, una de las zonas más afectadas por el tsunami.


La aldea cuenta también con una pequeña clínica, mezquita, guardería, biblioteca, sala de música y de ordenadores, área deportiva y de recreo, entre otros servicios. Toda esta infraestructura podrá ser también utilizada por la comunidad vecina a fin de proporcionar el mayor beneficio a todos los habitantes de la localidad.


A partir de ahora estos 150 niños tienen la posibilidad de reponerse del trauma de la gran pérdida sufrida. Además, las madres que perdieron a sus hijos han recibido por parte de SOS Village la ayuda psicológica y la formación necesaria para afrontar la responsabilidad que conlleva hacerse cargo de unos niños que requieren especial cuidado para superar el dolor de la experiencia vivida. La aldea será sostenida económicamente durante cuatro años con los recursos proporcionados por Cemex y sus empleados.