La Asociación de Fabricantes de Cemento de Europa (Cembureau) ha formado parte del debate “Hacia una política europea de viviendas sostenibles” amparado por el Parlamento Europeo. En él se ha resaltado la importancia de considerar el ciclo de vida total de una estructura ya que, por ejemplo, analizando 60 años de vida de servicio de la misma, el 90% de las emisiones de CO2 se producen durante la fase de uso y un 10% resulta de la energía utilizada para construirla, en la que el impacto del manejo de materiales de construcción es de un 2-3%.


Este debate ha reforzado la idea de que la industria de construcción europea deberá tener un papel clave en la edificación de casas sostenibles y en consecuencia la necesidad de materiales competitivos y eficientes. La seguridad en el suministro es una estrategia básica a seguir por los suministradores de productos de construcción y debe ser tomada en cuenta en todos los debates, particularmente, por el riesgo de deslocalización existente en ciertas industrias, como la cementera, que son intensivas en consumo de energía y en la que un 60% de sus emisiones son de proceso.


Los edificios consumen el 40% de la energía de la Unión Europea. En un edificio de nueva construcción, la masa térmica del hormigón reduce las variaciones de temperatura y, por lo tanto, se necesita menos energía para poder calentar o enfriar la misma y se emiten menos emisiones de CO2. Los expertos deben prestar más atención al CO2 neto (incluyendo la energía) de la totalidad del edificio durante toda su vida (bastante mayor a la huella medioambiental de los materiales de construcción).


Un porfolio de las estructuras con gran eficiencia energética obtenida a través de la masa térmica del hormigón está disponible en la página web de Cembureau: www.cembureau.com.