Aniceto ZaragozaLas ocupaciones y preocupaciones cotidianas muchas veces nos hacen perder la perspectiva. Así, en el mundo de la construcción, terminamos el año en una atmósfera de creciente preocupación a raíz de lo que parece una crisis en el sector de la edificación residencial. Toda una serie de factores han concurrido en un breve plazo de tiempo (la crisis del crédito y las hipotecas, la subida de tipos de interés, una producción récord, el cambio de tendencia en los precios de la vivienda) generándose incertidumbre no sólo del lado de la oferta, sino también de la demanda. Al mismo tiempo que estos hechos se presentaban, se ha declarado en nuestro país una dura campaña contra la labor constructora e inmobiliaria generándose una sombra de duda sobre el conjunto de la actividad, partiendo tan sólo de algunos desgraciados sucesos aislados.


Si todo lo anterior permite justificar la preocupación, hay también hechos que avalan un mesurado optimismo. La obra pública parece estar tomando algún relevo del fenómeno residencial y los fundamentos de la demanda del sector siguen estando allí, como lo son el incremento del número de hogares, las necesidades derivadas de la inmigración y la fortaleza de España como destino turístico, amén de que todavía sigue quedando un déficit considerable de viviendas principales de adecuada calidad y tamaño.


En conclusión, los riesgos están ahí, las oportunidades también, y será ardua la tarea del próximo año, pero en cualquier caso eso ya tendremos tiempo de comprobarlo.


En estas fechas debemos hacer balance de todo lo que nos trajo el año: una vez más ha ocurrido lo que muchos dudaban; incluido un nuevo récord absoluto de producción y consumo de cemento en nuestro país y nuestro nivel de actividad sigue asombrando a nuestros colegas europeos y parece que todavía lo hará durante bastante tiempo.


Desde Infocemento deseamos que también haya sido un año récord de felicidad para todos y cada uno de vosotros y, si no es así, esperamos que lo sea el 2008 y que tengamos perspectiva para reconocerlo.


Felices Fiestas y Feliz Año.



Aniceto Zaragoza
Director General de Oficemen