Según el informe de DBK sobre la construcción, tras un largo período de fuerte crecimiento de la actividad en este sector, para los próximos años el escenario estará marcado por el retroceso de la edificación de viviendas. Después de diez años de significativo crecimiento, en 2008 y 2009 se prevén descensos próximos al 1% en el valor de la producción. La obra civil desplazará a la edificación residencial como motor del crecimiento.


Las previsiones y tendencias para los próximos dos años apuntan hacia una ligera caída de la producción en construcción, estimándose tasas anuales situadas entre el 0% y el -1%. Así, el valor de la producción nacional podría situarse en 198.800 millones de euros en 2008 y en 197.250 millones de euros en 2009.


Destaca la caída prevista en la edificación residencial, que pasará de un crecimiento del 8,2% en 2007 a registrar descensos de alrededor del 10% y el 15% en los años 2008 y 2009, respectivamente. El número de viviendas terminadas podría pasar de 646.800 en 2007 a 400.000 en 2009.


El segmento de la edificación no residencial, por su parte, mostrará un comportamiento más dinámico durante los próximos años, registrando previsiblemente a partir de 2008 crecimientos en torno al 4-5%.


El segmento de obra civil será el que evolucionará de forma más favorable, si bien mantendrá tasas de variación inferiores a las alcanzadas en años anteriores. El valor de la obra civil podría crecer alrededor de un 6% en 2008 y un 7% en 2009.


Se prevé un paulatino descenso del número de operadores, especialmente, entre los de menor dimensión y capacidad financiera. Algunas empresas pequeñas y medianas tendrán problemas para hacer frente a sus compromisos financieros, al tiempo que otras ajustarán su tamaño o buscarán diversificarse hacia otros sectores, tanto a escala nacional, como internacional.


En este sentido, los principales grupos constructores seguirán profundizado en la política de diversificación hacia sectores en ciclo ascendente, como las energías renovables, los servicios urbanos y medioambientales o las concesiones de infraestructuras, al tiempo que seguirán ampliando su presencia a escala internacional a través de la participación directa en proyectos de infraestructuras y la adquisición de empresas constructoras propias de cada país.