Portada Memoria Sostenibilidad CemexCemex ha editado su tercera Memoria de Sostenibilidad en la que se recogen las inversiones medioambientales, a las que ha destinado más de 36 millones de euros en los últimos dos años, y la reducción de emisiones de CO2 en un 4% como consecuencia del incremento del uso de combustibles alternativos que alcanzó el 8%, frente al 6 % del año 2006.


En este informe se siguen las directrices G3 del Global Reporting Inititative (GRI), alcanzando una autocalificación de nivel A, según el protocolo de esta prestigiosa entidad.


El acto de presentación nacional de este informe se realizó en Palma de Mallorca, presidido por las consejeras del Gobierno de las Islas Baleares, Margarita Nájera Aranzábal, consejera de Trabajo y Formación, y Francesca Vives i Amer, consejera de Comercio, Industria y Energía, con la presencia del Consejero Director General de Cemex, Joaquín Estrada.


En su compromiso con el desarrollo sostenible, la mejora del bienestar de sus vecinos y empleados, la conservación de los recursos naturales y la continuidad de las operaciones, la compañía ha realizado un importante esfuerzo económico y humano para integrar de forma equilibrada el ámbito económico, social y medioambiental bajo el principio de la mejora continua.


En este informe se destaca la importancia que se da en Cemex a la transparencia, el diálogo y la comunicación, como elementos indispensables para mejorar y avanzar, y para servir mejor a los clientes y a la sociedad en su conjunto. En la memoria se recogen los grupos de interés de la compañía, los canales de comunicación establecidos con ellos y las iniciativas más relevantes llevadas a cabo con cada uno.


La empresa ha destinado un 14 por ciento  de sus inversiones a la mejora del comportamiento ambiental, alcanzando los 36,5 millones de euros en los últimos dos años en España. Así, la memoria recoge notables avances en este terreno como la puesta en marcha del nuevo horno de cemento blanco de Buñol (Valencia), el más grande y eficiente del mundo, que ha permitido alcanzar uno de los retos más importantes que tenía planteados la compañía para 2007. Este horno consigue un ahorro energético del 17 por ciento en su operativa diaria. Por su parte, en la fábrica de Alicante se ha empezado a construir una planta para el secado de lodos, pionera en España, que conseguirá secar estos desechos procedentes de depuradoras de la zona con un coste energético cero, al utilizar para el proceso el calor residual que desprenden los hornos de cemento.  Estos lodos se utilizarán después en el proceso de fabricación de cemento como sustitutos del combustible tradicional.


La valorización energética, es decir, el empleo de residuos con contenido energético como sustitutos de una parte del combustible convencional, ha contribuido a reducir las emisiones atmosféricas de CO2 en un 4 por ciento. Las ventajas medioambientales de este método son: la reducción del consumo de combustibles fósiles; la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero; la disminución del volumen de materiales depositados en los vertederos; y el tratamiento ecológico y seguro de los residuos, aprovechando al máximo su energía y minerales, sin generar impactos añadidos sobre el entorno.


El incremento en el consumo de combustibles alternativos muestra que a lo largo del año 2007, el 8 por ciento de la energía térmica utilizada en la fabricación del cemento provenía de estos combustibles. De este porcentaje, un 5,57% se corresponde con el uso de biomasa, lo que supone una disminución de las emisiones de más de 127.187 t de CO2.


Otro hecho que ha contribuido, de forma clara, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es la sustitución de parte del clínker (el material intermedio a partir del que se obtiene el cemento) por diversas adiciones (cenizas puzolanas filler, escorias, etc.). En 2007 esto ha permitido ahorrar un 8 por ciento de las materias primas habituales para fabricar cemento manteniendo los estándares europeos.  Por cada tonelada de clinker no producida se deja de emitir 0,9 toneladas de CO2 a la atmósfera. Además, la sustitución parcial del clínker implica la reducción del consumo de recursos naturales.