La Generalitat de Catalunya y expertos del mundo académico remarcaron en una jornada celebrada el pasado 5 de noviembre la relevancia de la aportación del sector del cemento en la lucha contra el cambio climático. Una contribución basada en la utilización de residuos en las fábricas de esta industria, donde se pueden aprovechar como combustibles alternativos sustituyendo a los carburantes fósiles empleados habitualmente.


Así ha quedado patente durante la jornada técnica Combustibles alternativos en hornos de cemento: una contribución a la Sostenibilidad y al Protocolo de Kyoto, celebrada en  sala de actos del Departament de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat a la que han asistido casi un centenar de personas. La sesión se ha realizado en el marco de las negociaciones de Naciones Unidas sobre el cambio climático en Barcelona, preparatorias de la conferencia internacional del mes que viene en Copenhague (COP 15), que buscará un sustituto para el Protocolo de Kyoto.


“Sabe mal que Cataluña comenzase tan tarde en relación al resto de Europa” en materia de valorización energética, ha señalado Maria Comellas, Directora General de Calidad Ambiental de la Generalitat, que ha subrayado la importancia de esta práctica para la reducción de emisiones de CO2. Para Comellas, es hora de emprender una “normalización” del uso de combustibles alternativos en el sector cementero.


Por su parte, Josep Lluís Domingo, Director del Laboratorio de Toxicología y Salud Medioambiental de la Universitat Rovira i Virgili, ha expuesto los resultados de diversos estudios recientes sobre los efectos del uso de combustibles alternativos en la salud de la población cercana a plantas cementeras. En este sentido, Domingo ha explicado que los análisis realizados en suelo, vegetación y aire del entorno de las fábricas revelan una presencia de contaminantes equivalente antes y después de la valorización de residuos. Así, según Domingo, no existen riesgos significativos para la salud asociados con esta práctica.


Asimismo, Marta Schuhmacher, Profesora de Tecnología Medioambiental de la Universitat Rovira i Virgili, ha indicado que la utilización de residuos en cementeras permite reducir los envíos a vertedero o incineradora, vías que generan muchas más emisiones contaminantes que la valorización.


En esta dirección se trabaja desde los ecoparques, donde residuos de fracción resto que deberían ser vertidos –porque no pueden ser reciclados- reciben un tratamiento para ser útiles como combustibles alternativos en hornos de cemento. Lo ha explicado Inmaculada Sanz, Coordinadora de Tratamiento de Residuos de la empresa FCC, que también ha intervenido en el curso de la jornada.


Finalmente, Aniceto Zaragoza y Antoni Crous, representantes de la industria española y catalana del cemento respectivamente, han enfatizado el compromiso del sector con la lucha contra el cambio climático, con 136 millones de euros de inversión en mejoras ambientales entre 1990 y 2008 solamente en Cataluña y la voluntad de ampliar la utilización de combustibles alternativos en las fábricas. Los representantes del sector han recordado que la valorización es una práctica muy común en los países más avanzados de Europa y con un importante recorrido por delante en Cataluña y España.


En este sentido, Crous ha remarcado la apuesta del sector por el diálogo y la colaboración con la Administración, a la que también ha solicitado complicidad de cara a la introducción de los combustibles alternativos.